Tras los aplausos iniciales a la iniciativa de Google de actualizar su política de privacidad la Unión Europea, tras constatar el contenido de la misma, ha hecho saltar las alarmas y concluye que la misma no está alineada con la política de protección de datos europeas.
Esto, dicho en un lenguaje llano, supone una colleja a Google, pues la comisiaria europea Reding ha solicitado al gigante tecnológico que deje en suspenso la entrada en vigor de dicha política prevista para el 1 de marzo de 2012, hasta que esta esté en armonía con las condiciones legales que estipula la norma europea. ¿Por qué? Porque quienes deseen prestar sus servicios a los ciudadanos europeos deberán cumplir con el respeto a los derechos que los mismos tienen.
Algunos aspectos a subrayar de la posición firme de la UE respecto a Google y su política nueva de privacidad son:
El estudio preliminar de la CNIL de las nuevas políticas no cumple con los requisitos de la Directiva Europea de Protección de Datos, y en especial en relación con la información facilitada a los interesados.
Los servicios de Google son numerosos, y difieren en gran medida, tanto con respecto a los propósitos como por tipos de datos que procesan. Y las nuevas políticas solo ofrecen una información general para todos los servicios y tipos de datos tratados.
El hecho de que Google informe a los usuarios de lo que no hará, no es suficiente. Se requiere a Google que cumpla con los artículo 10 y 11 de la Directiva (1). Debe complementar la información existente con información complementaria.
Se teme el uso de los datos combinados de los diferentes servicios de Google. Es extremadamente difícil saber qué datos se combinan entre los servicios y con con qué fines, incluso para los profesionales de la privacidad. Además, Google utiliza cookies y, no está claro cómo a a cumplir con el principio de consentimiento establecido el artículo 5 de la revisada directiva cuando sea aplicable.
La CNIL y las autoridades de protección de datos de la UE están profundamente preocupadas por la combinación de los datos personales a través de los servicios: tienen fuertes dudas sobre la imparcialidad y legalidad de estas operaciones, y sobre el cumplimiento de la legislación europea de protección de datos.
La UE critica además que Google no informara previamente a Bruselas de su cambio de política de privacidad y anuncia que enviará al buscador estadounidense antes de mediados de marzo un cuestionario para recabar toda la información sobre cómo procesa los datos de los usuarios.
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