Sobrevivir a los incidentes de seguridad se ha convertido en una prioridad para las empresas.
En el ámbito de la seguridad TIC, la protección tiene dos vertientes o facetas distintas, por un lado, podemos hablar de la seguridad anterior a un incidente, es decir, medidas de tipo preventivo, destinadas a evitar que se produzca y por otro, seguridad posterior a un incidente, es decir, medidas de contingencia y continuidad, destinadas a conseguir la vuelta a la normalidad.
La faceta de prevención es muy conocida y es la vertiente de la seguridad más extendida y en la cual se centra una buena parte de los esfuerzos que realizan las organizaciones y las empresas, pero en los últimos años se han producido importantes cambios en el mapa de las amenazas relacionado con su número y con su origen. En la práctica, el resultado ha sido, por un lado, un aumento del número de incidentes y del impacto o daño que pueden llegar a producir y por otro, un aumento de la probabilidad de que cualquier empresa u organización sufra un incidente, puesto que la dependencia de la tecnología también ha aumentado y por ende, las amenazas y el posible impacto.
La conclusión es evidente: la prevención no basta, puesto que siempre existe la posibilidad de sufrir un incidente. Esta idea lleva aplicándose muchos años en otros ámbitos y sectores, por eso existen los seguros: “Nadie concibe conducir un vehículo sin un seguro (además de otras medidas de seguridad del propio vehículo, como puede ser un airbag), puesto que cualquier persona es consciente de que puede sufrir un accidente. Las medidas de contingencia y continuidad son el equivalente del seguro de coche o del airbag aplicado al ámbito de la seguridad”.
La industria de seguridad centra una buena parte de sus esfuerzos al desarrollo de soluciones que están destinadas a aquellos escenarios en los cuales finalmente se produce un incidente de seguridad. En estas situaciones, hay que hacer frente a dos problemas fundamentales:
- Contingencia. El primer problema tiene que ver con el impacto que puede tener el incidente si este consigue producirse. Si las medidas de prevención no han funcionado, tienen que existir otras que permitan reducir el impacto de un incidente, por ejemplo, mediante las copias de seguridad. Es decir, las medidas de contingencia están destinadas a hacer posible la recuperación ante un incidente.
- Continuidad. El segundo problema, tiene que ver con la velocidad a la que es posible recuperarse. No es lo mismo recuperarse de un incendio en el que se han quemado todos los equipos e infraestructuras, que recuperarse de un corte de alimentación que ha estropeado varios ordenadores o de un virus. En cada escenario y en función de muchos factores, variará el tiempo necesario para volver a la normalidad y en cualquier caso, siempre se intentará que sea el mínimo posible.
Entre las soluciones de seguridad relativas a contingencia y continuidad más conocidas se encuentran las copias de seguridad, o las soluciones de rescate o de recuperación de sistemas, que permiten recuperar el sistema completo (sistema operativo y aplicaciones). Entre estas soluciones también están disponibles servicios de consultoría destinados al diseño de planes de contingencia y continuidad, puesto que además de soluciones técnicas, también hay que contemplar aspectos organizativos y jurídicos.
Desde INTECO-CERT, recomendamos la utilización de soluciones de copias de seguridad como primera línea de recuperación ante un incidente de seguridad. Por otro lado, en el Catálogo STIC, están disponibles más de 700 soluciones relacionadas con la contingencia y la continuidad de negocio.
Fuente: Inteco
Comentarios
Aún no hay comentarios.